"El que sabe degustar no bebe demasiado vino, pero disfruta sus suaves secretos."
Salvador Dalí

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VINO DEL LÍBANO

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“Placer milenario” Es una de las regiones productoras de vino más antigua del mundo (se han encontrado envases de vino libanés en las tumbas de los faraones).  Fue en el Líbano donde Cristo convirtió el agua en vino en su primer milagro, durante las bodas de Caná. Hay numerosas citas en la Biblia donde se menciona a la vid y el vino. ”Sanaré la infidelidad de ellos. Los amaré de [mi] propio albedrío, porque mi cólera se ha vuelto de él. [...] 7 Volverán a ser moradores en su sombra. Cultivarán grano, y echarán brotes como la vid. Su memoria será como el vino del Líbano." Oseas 14:4 y 7 La industria moderna comenzó en 1857, donde un grupo de monjes jesuitas fundaron Ksara en el Bekaa. Recogen las técnicas francesas de elaboración del vino. El vino se elabora en numerosos viñedos de todo el país. Las principales zonas son: -           Valle de la Bekaa ( Ksara, Chateau de Kefraya y Massaya). La bodega de Ksara es una gruta...
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SNAPSHOT Infrared Wine Thermometer

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www.nuvovino.com Es un termómetro muy interesante, que lee las temperaturas superficial del vino en apenas un segundo a una distancia entre 2-3 cm, sobre botella, en el interior de la copa etc. Aún falta un poco para llegar a los 12º aproximadamente. Si queréis llegar en unos treinta minutos a la temperatura ideal, lo que tenéis que hacer es llenar la cubitera de hielo, añadir un poco de sal...  Por cierto el vino es el Sisquella 2012 de Clos Pons.
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LA MADRE DEL VINO – LEYENDA ITALIANA.

“Cuentan viejas historias que hace miles de años, en tiempos muy remotos, la vid no producía ningún fruto; era una planta estéril. En vista de ello, el campesino dijo un buen día: -Vaya cortar esta planta, porque no sirve para nada. Y, efectivamente, al llegar la primavera, cortó todas las ramas dejando sólo un abultado muñón. Al verse desnuda, la vid empezó a llorar amargamente, destilando lágrimas de las ramas cortadas y lamentándose con pena. ¡Ay, pobre de mí, qué desgraciada soy!- decía. Sin embargo, la verdad es que nadie escuchaba ni sus lamentos ni su llanto. Todos los árboles y las plantas estaban atentos sólo a los trinos del ruiseñor que, al oscurecer, empezaba a cantar de modo maravilloso en la enramada junto al río. ¡Qué pena! -se dijo la vid al escucharle-. Si este pajarilla me ayudase a llorar, bien pronto renacerían mis cepas y mis pámpanos. Preocupada con esta idea, cierta noche, al fin, llamó al ruiseñor y le dijo con voz quejumbrosa y dolida: -Oye, hermoso pajarito, ...
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