La tarde descansaba sobre los tejados, En ese único día de toda mi vida.

¿Quién beberá mi vino de moras?

¿Quién encontrara mi balde y mi palo,

 mis ojos marrones robando la sal de la cocina?

¿Quién encontrara a mi amigo sin nombre,

mis pasos sin nombre?

¿El océano de pinos,

las huellas sin nombre,

las moras chancadas en el balde?

¿El vino del viento,

el nombre que tuve y ya no tengo

la cocina que tuve y ya no tengo?

¿Quién encontrara mi balde con vino de moras

en silencio?

¿Quién me encontrara callado

Cómo un muerto?

(Francisco García - Tierra Sin Fronteras)

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